El Archivo Histórico de la Fundación Luis Muñoz Marín constituye uno de los repositorios históricos de mayor importancia para el estudio de la historia del siglo XX puertorriqueño. Conserva más de dos millones de piezas documentales, tridimensionales, audiovisuales y memorabilia sobre la vida pública y privada del primer gobernador electo por el voto directo de los puertorriqueños, así como el trabajo colectivo de la generación que, dirigida por Muñoz, construyó el Puerto Rico moderno. Más que ser documentos de carácter histórico, estos materiales son elementos de aprendizaje y herramientas de acción individual y comunitaria para el beneficio de generaciones presentes y futuras.
Esta magnífica colección incluye documentos originales del período de Muñoz Marín como primer gobernador electo de Puerto Rico, así como otros documentos que describen su vida y obra, desde su natalicio en 1898 hasta su muerte en 1980. El Archivo alberga, además, las colecciones de doña Inés María Mendoza de Muñoz Marín, así como de otros individuos instrumentales en el desarrollo de la visión y obra de Muñoz Marín. Estos materiales enriquecen la colección de documentos existentes y abren nuevos caminos en la investigación del desarrollo del Puerto Rico de hoy.
Este singular centro de investigación tiene sus comienzos en la década de 1960. Para el año de 1964 Luis Muñoz Marín había tomado la decisión, luego de dieciséis años en la gobernación del país, de no volver a postularse para un quinto término como gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Quiso retirarse un poco de la fatigosa escena del poder para realizar un proyecto que le resultaba muy motivador para él: la redacción de un libro con las experiencias y recuerdos de su larga vida pública.
El señor Heriberto Alonso, último Ayudante Ejecutivo del gobernador Muñoz Marín en La Fortaleza, fue la primera persona que propuso la idea de crear una biblioteca en la cual Muñoz podría recopilar y mantener su vasta colección de libros, además del caudal documental que mantenía en sus archivos privados. Esa idea fue bien recibida por miembros del Consejo de secretarios, jefes de agencias y asesores del Gobernador en La Fortaleza durante los cuatro mandatos en que Muñoz Marín ejerció como primer ejecutivo del país. Ellos acordaron obsequiarle un local “como regalo y reconocimiento, para establecer su oficina como exgobernador y el archivo de sus papeles”.
A principios de la década de 1970, durante su autoexilio en Roma, Luis Muñoz Marín se plantea la interrogante de hacia dónde se dirigía el proyecto de su biblioteca personal. Los señores Heriberto Alonso y José Trías Monge discuten con Muñoz Marín el establecimiento de la Fundación Biblioteca Luis Muñoz Marín. Ellos entendían que este tipo de institución permitía “el adecuado mantenimiento, clasificación y ampliación de su biblioteca, de tanto valor para la historia de Puerto Rico, así como la pronta publicación de al menos parte de sus documentos públicos.” Al morir Muñoz se tenía la preocupación de que su oficina de exgobernador cerraría sus operaciones y, por consiguiente, se paralizarían los trabajos de preservación e inventario de los materiales históricos que Muñoz conservaba.
Se comenzaron los diseños para la construcción de dos estructuras pequeñas cerca de su residencia principal en la carretera de Río Piedras a Trujillo Alto. La primera sería destinada al ayudante ejecutivo de Muñoz y sus secretarias, e incluía una pequeña bóveda para albergar documentación histórica. La segunda, su despacho privado y, junto a éste, su biblioteca personal.
Durante los años 1965-1970 se trabajó en la organización de los fondos documentales que poseía Muñoz en sus archivos. María Luisa Aldea, secretaria de Muñoz durante muchos años, estuvo involucrada en el proceso de organización e inventario preliminar de estos materiales y, primordialmente, con los materiales documentales relacionados al periodo de 1949 a 1964 durante la gobernación de Muñoz Marín. Otros materiales fueron traídos de lugares como La Fortaleza, el Capitolio y el Partido Popular Democrático. Estos últimos son “en su gran mayoría de los comienzos del Partido y de la obra que el Partido inició bajo su presidencia [LMM] en el Senado de Puerto Rico en aquellos años del ’40 en adelante”. Estos materiales fueron depositados en varios lugares para su resguardo: en una estructura de concreto en la parte posterior de la oficina de secretarias y también en el archivo que servía de caseta y dormitorio para los guardias de la escolta de Muñoz Marín.
Se comenzó a planificar la forma de conseguir materiales documentales de personas allegadas a Muñoz Marín y cómo organizarlos para la redacción de su libro autobiográfico Memorias. Además, se hicieron grabaciones en cinta magnetofónica de charlas con amigos y colaboradores sobre sus vivencias en el Gobierno y la historia que ayudaron a formar y de la cual fueron partícipes.
Pensando en este problema, un grupo de amigos y familiares de Muñoz trabajaron en el establecimiento de una fundación que se encargaría de los gastos y servicios de la antigua oficina del exgobernador Luis Muñoz Marín. La Fundación Luis Muñoz Marín se constituyó el día 25 de junio de 1980. Fueron sus incorporadores su viuda, doña Inés María Mendoza Rivera de Muñoz Marín, y dos de sus cuatro hijos: Luis Muñoz Lee y Victoria Muñoz Mendoza. Entre los objetivos que se marcó la Fundación desde sus inicios, figuran los siguientes:
La primera sede oficial del Archivo fue la estructura que se conoce como “La Casita de Melo”. En este lugar se realizaron los primeros trabajos de limpieza, catalogación e inventario de los materiales de los fondos documentales, así como el establecimiento de los parámetros para la conservación y preservación de estos. Durante la permanencia del Archivo en esta sede temporal, cuya duración fue de ocho años, se reclutó el primer cuerpo de archiveros que servirían en esta labor. La doctora Aída Caro Costas fue la primera directora del Archivo, quien le impartió su vasto conocimiento en cuanto al manejo de documentos se refiere. Junto al profesor Luis Manuel Rodríguez Morales, exdirector ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña, y su esposa Viola Vidal; la señorita María Luisa Aldea Ramírez, exsecretaria de Muñoz en La Fortaleza; y la estudiante doctoral, Giannina Delgado Caro, se dieron a la tarea de estructurar y darle cohesión a los procedimientos archivísticos. Luego se unen a este equipo de trabajo los archiveros Julio E. Quirós Alcalá, Rafael Lebrón, Edwin Mattei, Nina Berrocal, Mayra Sanabria, Gabriel Villaronga, Edwin Gaud Cortés, Miledys del Carmen Sánchez, así como una gran cantidad de estudiantes universitarios que a través de los años han colaborado como archiveros auxiliares. Debemos de hacer una mención especial a la señora María Isabel Corujo Figueroa, quien se desempeñó como secretaria del Archivo desde 1986 al 2005, por su excelente labor en el desarrollo de los inventarios de las colecciones del archivo.
Luego de cinco años de exitosa campaña para la recaudación de fondos, el 15 de febrero de 1985 se colocó la primera piedra para la construcción del edificio del Archivo Luis Muñoz Marín y fue inaugurado el 20 de noviembre de 1987. Este único y moderno edificio de Archivo cuenta con las facilidades necesarias para la conservación de documentos y salones de consulta, tanto para el material documental como audiovisual. El diseño del edificio estuvo a cargo de la firma de arquitectos Sierra, Cardona y Ferrer, con el asesoramiento de los ingenieros José Espinal Vázquez, Héctor Babilonia, Alejandro Villanueva y José Batlle, quienes donaron sus servicios profesionales a la Fundación.
En el mensaje de apertura formal del edificio de Archivo, el entonces Gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, honorable Rafael Hernández Colón, al hacer referencia de las nuevas facilidades, dijo lo siguiente:
Estas estructuras que hoy se levantan en el pedazo de tierra que fue la única riqueza terrenal que disfrutó [Muñoz], han sido construidas con el más fervoroso respeto a su memoria, con el más acendrado afecto a su sentimiento particular por la enseñanza y el conocimiento, y con la casi imperceptible ternura que daba el saber que Muñoz estaba presente en cada árbol que se tocaba, en cada terrón que se movía, en cada guijarro sobre la superficie y en cada raíz bajo la superficie, en los trinos de los pájaros en las ramas y en el sudor de los hombres que las construían.
El Archivo Histórico brinda servicios a diversas instituciones públicas y privadas, y a personas de todas las edades, desde investigaciones especializadas – tanto en Puerto Rico como en el extranjero – hasta estudiantes de escuela primaria, secundarias y universitarios. Anualmente recibimos miles de usuarios interesados en consultar nuestros materiales y documentos del Archivo. El Archivo Histórico constituye una de las fuentes de información primaria de mayor importancia para el estudio de la historia contemporánea de Puerto Rico.
El Archivo Histórico brinda servicios a diversas instituciones públicas y privadas, y a personas de todas las edades, desde investigaciones especializadas – tanto en Puerto Rico como en el extranjero – hasta estudiantes de escuela primaria, secundarias y universitarios. Anualmente recibimos miles de usuarios interesados en consultar nuestros materiales y documentos del Archivo. El Archivo Histórico constituye una de las fuentes de información primaria de mayor importancia para el estudio de la historia contemporánea de Puerto Rico.
Como parte de un esfuerzo colaborativo entre la Fundación Luis Muñoz Marín (FLMM) y el Archivo Digital Nacional de Puerto Rico (ADNPR) se ha puesto a la disposición del público, de manera digital, la colección completa de la Revista Urbe.
La Revista URBE fue un importante proyecto editorial para difundir y conocer información actualizada de los proyectos de diseño, ingeniería y construcción de tendencia modernista en Puerto Rico y el Caribe. Fundada por el arquitecto Efraín Pérez Chanis, la Revista Urbe tuvo 56 números, de 1962 hasta enero de 1973. Estaba dirigida hacia un público variado con interés en conocer el rápido crecimiento suburbano que experimentó Puerto Rico durante esa época y su impacto sobre el paisaje natural y construido de la isla. El arquitecto Pérez Chanis propuso insistentemente en las páginas de esta revista la creación de una Escuela de Arquitectura para Puerto Rico, la cual fue fundada en 1966 en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico donde fue profesor hasta su jubilación y decano de su Escuela de Arquitectura durante la década de 1980.
No solo se tiene acceso completo a las revistas que hasta hace poco estaban disponibles en formato de papel, sino que, en su conversión digital, se le hizo reconocimiento de caracteres a cada una de sus páginas lo que permite hacer búsquedas por palabras claves dentro de cada uno de los números.
La digitalización de la Revista URBE fue realizada gracias al proyecto Puerto Rico Architectural Heritage Archive (PRAHA) de la FLMM. Este proyecto digital no hubiera sido posible sin la valiosa colaboración del Archivo de Arquitectura y Construcción de la Universidad de Puerto Rico (AACUPR), la familia del arquitecto Efraín Pérez Chanis, la Fundación por la Arquitectura de Puerto Rico y el profesor Jorge L. Lizardi-Pollock.
Puede acceder a dicha colección a través del enlace: https://adnpr.net/revista-urbe/
Como parte de una subvención del programa SHARP de la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades y del National Endowment for the Humanities a la Fundación Luis Muñoz Marín, se pudo completar el inventario de la Sección XIII. Colecciones Privadas correspondiente a la Colección del Dr. Ismael Rodríguez Bou.
Donada por su hija, Gloria Rodríguez en diciembre de 2014 a la Fundación Luis Muñoz Marín, esta documentación consiste en materiales sobre análisis educativos llevados a cabo por el propio Dr. Rodríguez Bou durante sus años como científico de la educación. El Dr. Rodríguez Bou ocupó importantes posiciones como catedrático, investigador y director de Investigaciones Pedagógicas de la Universidad de Puerto Rico, de donde también fue Rector del Recinto de Río Piedras y presidente interino. Como consultor educativo fue reconocido a través de América Latina, Europa y Asia. En esta colección, se incluye también documentos, informes y publicaciones del Consejo de Educación Superior y del Consejo de Investigaciones Pedagógicas de la Universidad de Puerto Rico. Este inventario ya se encuentra disponible entre los recursos de investigación del Archivo Histórico.
Además de la Colección Luis Muñoz Marín, la Fundación enriquece sus acervos con fondos o colecciones relacionadas a la historia, cultura y flora de Puerto Rico. Estos materiales históricos son excelentes herramientas de investigación para conocer la sociedad puertorriqueña. Documentos, materiales audiovisuales, imágenes en varios formatos, objetos tridimensionales de todo tipo y plantas nativas y endémicas constituyen nuestra colección, única en Puerto Rico y el Caribe.
A través de los años la Fundación ha recibido valiosas donaciones que ya forman parte de un importante acervo sobre la historia, cultura y flora puertorriqueña. Cabe señalar que aunque nuestra institución se centra en materiales relacionados al XX, la Colección Teodoro Vidal conserva materiales y objetos sobre Puerto Rico desde los siglos XVII al XX que se encuentra en un depósito especial en la Fundación. Entre las colecciones que alberga la Fundación se encuentran: